Mario CASTELLANOS ALCAZAR
Dice el refrán: “a cada santo le llega su día”- en este caso- el Coordinador de la Fracción Parlamentaria del PRI en la LXV Legislatura del Estado de Oaxaca, Alejandro Avilés Álvarez- ya delira en el desierto, ya no tiene eco, ni consenso, ahora es el “pastor sin rebaño, sin voz, sin mando y sin cabildeo.
¿A quién pastorea? Es un líder en desuso, pues- de siete diputados- la mayoría plurinominales, tres se le salieron del huacal. Estos renunciaron al PRI en el momento más crítico de este partido cuando se requiere de la unidad cristalina de su militancia para hacer frente a los retos de la elección presidencial, Senadores, diputados federales, locales y autoridades municipales que se rigen por el sistema de partidos.
Se le fueron de las manos los diputados plurinominales: Samuel Gurrión Matías, Gabriela Pérez, esta es hija del político oaxaqueño, Eviel Pérez Magaña, el candidato perdedor a la gubernatura de Oaxaca en el año 2010 y recientemente, Mariana Benítez Tiburcio, quienes renunciaron al PRI, pero eso sí, siguen ostentando indignamente, las curules, ahora en las filas del Verde Ecologista y de ahí a MORENA.
Fue un desquebranto para el partido- y por supuesto- la pérdida de sus cuestionados bonos políticos de Avilés Álvarez, quien fuera el candidato perdedor del PRI a la gubernatura de Oaxaca en el año 2016 supuestamente en sustitución de Alejandro Murat Hinojosa, del mismo partido, siendo el abanderado más débil impuesto por el ex gobernador José Murat -desde Polanco- ciudad de México- para perder ante MORENA, conocido como el triple A en una campaña de ocurrencias.
Ahora quien salvará a Avilés- si le quedó mal a su mesías- y si bien- tenía la esperanza de ser el candidato a la senaduría del PRI por Oaxaca, en el 2024- se le acabó la oferta, porque hay otros priistas con más derechos políticos acumulados, que fácilmente bajan al triple A, quien ahora- solo se repliega al gobierno estatal de MORENA.
Pues ya ni hablar. Esto ya pasó a la historia fallida- y cada quien será juzgado de acuerdo a sus acciones y talentos para bien o para mal- si los renunciantes prometieron “las perlas de la virgen” a la ciudadanía, usando la demagogia- y se fueron por el tubo de la corrupción- por esto- de abandonar al PRI, que muchos años les dio poder en cargos políticos y administrativos gozarán para siempre el desprecio de la sociedad oaxaqueña, nada más horrendo- porque no tienen moral.
De por sí, en Oaxaca, los políticos oaxaqueños, salvo excepciones- son unos pillos, sin ética, ni moral- por más- que digan- que le tienen mucho cariño a la gente, son tránsfugas, cambian de partido de la noche a la mañana con tal de obtener prebendas, pues, primero son ellos, sus fortunas- y se olvidan de sus representados.
Este fenómeno social- político, se da en todos los partidos, incluyendo a MORENA- en el poder presidencial, en el parteaguas del proceso electoral del año 2024. Todos los protagonistas quieren ser candidatos a las curules, a como dé lugar, con saña y hasta con violencia.
En MORENA- está la bomba de tiempo. Todos quieren ser morenistas -los del PRI, los del PAN- los del PRD y los satélites, que no tienen 10 de mayo, hasta el mismo presidente de los mexicanos está urdiendo un nuevo entramado electoral, que todo esté a su favor, hasta imponer a los consejeros del Instituto Nacional Electoral.
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