El artista plástico Renato Escobar está convencido de que las expresiones creativas y culturales pueden detonar el desarrollo colectivo en Oaxaca
Un indígena con su traje regional blanco y maderas al hombro. Renato entró dos días antes de concluir la convocatoria de la Conasupo sobre un cartel que llamara a construir viviendas con materiales del lugar. “Me enteré a última hora. Participaron más de cuatro mil. Gané el premio”.
Renato Escobar Barrios estudió nueve años en dos grandes instituciones: diseño gráfico, dibujo y grabado en la Escuela Nacional de Artes Gráficas en la Ciudad de México y arte y grabado en la Academia San Carlos en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UAM.
Ganar el concurso lo llevaría, en 1974, a trabajar en el palacio de Gobierno de la Ciudad de México para la Secretaría de Hacienda, el INEGI y la Secretaría de Programación y Presupuesto, donde se encargó del diseño de libros, posters, logotipos, fotografía, cartografía y audiovisuales.
“A Luis Echeverría Álvarez le interesaba el desarrollo social, pretendía que en todo el país se construyeran casas con los materiales del lugar, casas verdaderas (…) trabajar en forma directa con el presidente me enseñó muchas cosas sobre economía, aprender de los errores”.
Le toca vivir la revolución artística en teatro, música, danza y artes plásticas, “ganaba bastante en el gobierno federal, pero no estaba convencido, así que decido irme a New York, al taller de grabado Printmakin Worksop, en Manhattan”.
Se estableció por nueve años en New York, donde trabajó escultura, museografía, curador, fotografía e impartió clases de técnicas de grabado, “una época en la que viajé mucho, fui a Madrid donde hice fotografía de diseño en interiores”.
Lo invitan a impartir clases de pintura con modelo en el taller Rufino Tamayo en Oaxaca, en 1990, “sólo de cruzar la frontera me impresionó darme cuenta en qué condiciones estaba el país, darme cuenta que no se tenía consciencia social”.
A partir de esa fecha vuelve a Oaxaca un proyecto personal, participa en proyectos culturales, museografía y curador, fotografía y diseño, conferencias, a la par de actividades y exposiciones en todo el país.
Se enamora de su cultura y tradiciones, al tiempo que le entristece que “a pesar de su grandeza, sólo un reducido grupo de personas disfruta del arte”.
Tiene un proyecto en grande para rescatar el arte y la cultura, “acepté participar en la planilla de Redes Sociales Progresistas que encabeza Raúl Castellanos a la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez, porque desde ahí podré hacer mucho para impulsar las manifestaciones creativas y culturales”.
Planea crear centros comunitarios culturales en las colonias, arte en las calles con carpas, donde se incorpore la danza contemporánea, folclórica, música, poesía, cuentos, teatro, escultura, títeres, malabaristas; recuperar las tradiciones populares.
“Se puede hacer mucho con poco: escenificar espectáculos en espacios abiertos, convocar a los artistas, impulsar la participación de intelectuales”, Oaxaca es arte y para el artista plástico Renato Escobar, se puede lograr que la capital oaxaqueña sea el detonante de un movimiento artístico sin precedentes.