Seguridad alimentaria, ahorro económico, integración social y mayor contacto con la naturaleza, el objetivo de la maestra en Ciencias
Ni se imaginaba en la que se metió. Le pidió al doctor con el que trabajaría su estadía profesional estudiar alimentos para evitar la proliferación del cáncer o enfermedades neurodegenerativas.
Itandehui estudió la ingeniería en Tecnologías Bioalimentarias en la Universidad Tecnológica de los Valles Centrales de Oaxaca y eligió el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional para hacer su estadía cuando supo de un doctor que comprobaba el efecto nutracéutico de los alimentos.
“Mi mamá murió de cáncer. Padeció nueve años la enfermedad y tomaba todos los remedios que le recomendaban: víbora de cáscabel, jugo de betabel, lo que fuera (…) nunca perdió la esperanza, siempre estaba alegre, las cosas más pequeñas la hacían muy feliz, ni parecía que estaba enferma”.
En un inicio, Itandehui Arriaga González quiso estudiar gastronomía. No había cupo y tenía inculcado no perder el tiempo. Se acabó por enamorar de su carrera, “definitivamente era lo mío, más controlado, con reglas, más lineal. Con la ingeniería puedes tener el control de todo el proceso”.
Productores aledaños a la universidad les donaban sus excedentes, como nopal o jamaica. Una parte se iba a gastronomía para preparar platillos, otras, a su carrera, para ayudar al productor a diseñar alimentos, no tener mermas y no desperdiciar la materia prima.
Alumna destacada. Participó en los concursos que organizó Innova Gabe y la Universidad Tecnológica de la Sierra Sur de Oaxaca. Siempre ganó algún lugar.
Estudiaba cuando fue a San Pedro Cajonos por parte de la Sagarpa a capacitar a pobladores, “la convocatoria estaba abierta a la población, pero sólo llegaron mujeres”.
El objetivo era enseñarles a transformar y conservar los frutos de la región, como el durazno criollo o las manzanas. “Una experiencia enriquecedora, eran mujeres proactivas, no temían preguntar, aprendieron a hacer mermeladas, duraznos en almíbar, ate, crema de mezcal y a deshidratar alimentos”.
Capacitó a ganaderos en Rojas de Cuauhtémoc en donde elaboró un manual para el manejo higiénico de ordeña y post ordeña.
Terminó su maestría con la tesis: Evaluación del efecto anticancerígeno y antiinflamatorio de los ácidos fenólicos en el nejayote derivado del maíz azul, “trabajé con el cáncer de mama y el cervicouterino”.
Esa experiencia le dio fortaleza, “uno no puede dimensionar qué tan capaz es, hasta que lo logras, me quitó el miedo”.
Nació en el primer cuadro de la capital oaxaqueña y cuando le ofrecen pertenecer a la planilla que encabeza Raúl Castellanos a la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez por el partido Redes Sociales Progresistas no lo dudó. “Quiero implementar huertos de traspatio para la generación y producción de alimentos de consumo, ayudar a los sectores más necesitados”.
Diseñó un paquete tecnológico, pretende otorgar insumos y capacitación, “también es importante llevar a la práctica el manejo adecuado de los residuos en general”.
Actualmente trabaja en la creación de su empresa, “estoy en el proceso del registro de marca y ya está en operación mi laboratorio”.
Nunca le interesó la política, pero “entendí que puedo hacer mucho por Oaxaca desde la administración pública y sé que puedo lograrlo”.