Mario CASTELLANOS ALCAZAR+
¿MURAT ENDEREZARA EL BARCO?
Oaxaca está sumergida en una crisis sanitaria, que va, con el coronavirus, en lugar, de salir adelante, vamos para atrás, al retroceder de semáforo amarillo a anaranjado, a partir del 14 de septiembre del presente año; cuando se pensaba que la entidad lograba su estabilidad, hacia abajo, en los contagios, todo se fue a la borda- y la esperanza se desfalleció.
Los contagios del COVID- 19 van en aumento a nivel estatal y nacional, en Oaxaca, en las últimas 24 horas de la semana pasada se registraron 177 nuevos casos, así, como 14 mil 903 acumulados y mil 359 defunciones; a nivel nacional, 658 mil 229 casos confirmados y 70 mil 183 muertes, es decir, hemos llegado a la catástrofe.
En Oaxaca, el gobernador Alejandro Murat Hinojosa, hace 15 días festejaba, el hecho de pasar de anaranjado a amarillo, en ese entonces, porque las cosas iban muy bien, viento en popa, ahora, tiene que reconocer nuevas estrategias contra la pandemia, porque a partir del 14 de septiembre retrocedimos de semáforo amarillo a anaranjado, lo que representa alto riesgo de contagios.
Los oaxaqueños, ya se consideraban a salvo de la fatal pandemia, cuando de naranja paso a amarillo, entonces, todo mundo empezó a tirar el miedo, se desparpajaron y empezaron a salir del confinamiento, pues ya querían estar libres, respirar el aire puro, subir y bajar por todas partes, aun, de paseo, en plan de recreo, es decir, se relajaron las medidas sanitarias a modo de cada quien, de cada familia y de cada persona, según sus predicciones.
Muchos ya no creían en la gravedad del COVID- 19- y los pueblos, dependiendo de sus tradiciones, usos y costumbres, empezaron a festejar sus fiestas tradicionales, las del Santo Patrón, sus fiestas titulares, con algarabía, calendas y grandes concentraciones, pero ahí, está el resultado de la pandemia, más contagios y más muertes a granel.
Justo cuando el gobierno estatal, pensaba que íbamos, bien, muy bien, casi, un triunfo para Murat, porque gracias a la participación de los oaxaqueños, ya imaginábamos, que de amarillo, Oaxaca, pasaría a semáforo verde- y ahí, se acabaría todo, pero no, porque la praxis nos dio un revés, el tener que retroceder de amarillo a naranja, y vuelta otra vez, a retomar las estrictas medidas sanitarias, de quédate en casa, la sana distancia, y no salgas si no tienes a que salir, al menos que sea un caso muy urgente o necesario, menos no.
Murat ya acariciaba, el reconocimiento, que le dio sorpresivamente la encuestadora, Marketing Incorp, que alguien contrató, “de ser el mejor gobernador de Oaxaca del último siglo”, en su trabajo, desempeño, su gestión, tratamiento y solución a todo lo relacionado con la prevención a los embates de las contingencias naturales, incluso, en sus estrategias en el control del COVID- 19, lo que ya se había dado como un tema resuelto.
Todo se vino abajo, porque la pandemia no ha muerto, está latente- y, ¡zas! Oaxaca, retrocedió, de semáforo amarillo a anaranjado, lo que implica, que los resultados no eran reales- y que algo andaba fallando en las medidas y estrategias del gobierno estatal, en el tratado de la pandemia, en donde mucho tiene que ver la falta de recursos, insumos, material de curación, equipos médicos, medicamentos, infraestructura hospitalaria y falta de personal médico especializado.
La gente, parcialmente, acata las disposiciones oficiales de sanidad- y lo que quieren es salir plácidamente, muchas veces, sin cumbre bocas, ni mascarillas, ni guardan su sana distancia.
Además, incurren en aglomeraciones, en grandes fiestas, celebraciones, marchas de protesta, en actos políticos, a los tianguis y a los baratillos, confiados, de que no pasa nada, y otros, toman como ejemplo, que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, no usan el cubre bocas, y “dicen, nosotros, los del pueblo, tampoco lo vamos a usar”.
En fin, el problema del COVID 19 es a nivel nacional, pero en Oaxaca, hemos entrado en un callejón sin salida, atrás quedó el programa de “40 Días por Oaxaca”, que infundía el uso de cubre bocas, además, de otras medidas de prevención, por lo que ahora, la gente, la ciudadanía y los habitantes deben coadyuvar a solucionar el problema para no dejar solo al gobierno estatal, que si bien, hay algunas fallas administrativas, son tiempos de corrección con el apoyo de todos.
Se requiere de la unidad, solidaridad, de la voluntad y la buena intención de cada uno de los oaxaqueños para salir adelante de la crisis sanitaria, que a su paso nos deja la pandemia, pues si bien, el gobierno Federal y Estatal, llevan el pandero, tienen que echar mano de sus gobernados, que son la gran fuerza contra toda contingencia, sin caer, en protagonismos, ni tintes políticos.
Ni en los brazos tendenciosos de los conservadores, que hacen del COVID-19 un barullo contra el gobierno de la Cuarta Transformación de México. Y los fifís no son una alternativa, ni siquiera, una oposición sería y bien fundamentada, más que contestatarios, sin visión de futuro, más que fregar para restituir el poder que perdieron en el año 2018.
carloscastellanos52@hotmail.com