Mario CASTELLANOS ALCAZAR.
El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa (PRI), al lado de la política de la Cuarta Transformación de México (MORENA) avaló y puso en vigor la Ley Anti chatarra, el 8 de septiembre del presente año, al ser publicada en el Diario Oficial del Gobierno del Estado, en medio de una serie de protestas del sector empresarial y comercial de la entidad oaxaqueña.
Dicha Ley Anti chatarra que fue aprobada el 5 de agosto del año 2020 por la LXIV Legislatura del Estado, prohíbe la venta, suministro o regalo de alimentos de alto contenido calórico, bebidas azucaradas y en general, lo que se conoce como alimentos chatarras a la niñez y adolescentes, mejor dicho, a los menores de edad para cuidar de su salud y evitar enfermedades relacionadas con la obesidad, diabetes, el colesterol y otras degenerativas. ¿Y los adultos si deben comer chatarra? Que injuria-
La referida Ley fue enviada por el Congreso del Estado al Gobernador Alejandro Murat Hinojosa para su publicación en el Diario Oficial, mientras en esta capital, La Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) se manifestó en contra de dicho dictamen que la LXIV Legislatura, hizo al vapor, sin tomar en cuenta a los empresarios y Cámaras de Comercio, que ya habían presentado su protesta formal con 30 mil firmas para pedir al gobierno estatal, vetara, la Ley Anti chatarra.
Al respecto, el gobierno de la entidad oaxaqueña, no dio marcha atrás- y en consecuencia le dio luz verde a tal iniciativa, convertida ahora en ley, que por supuesto, ni resuelve el problema de la alimentación de los menores de edad, pero sí, causa, problemas políticos, económicos y sociales de gran envergadura, incluso, en esta entidad, en donde reina el desempleo y la falta de fuentes de ingresos a cientos de miles de familias de bajos recursos económicos, en extrema pobreza.
Esto deriva porque seguramente, cerrarán las tienditas, los puestos semifijos, ambulantes, casetas y establecimientos comerciales, que venden estos productos chatarra, al prohibirse la venta de estos, lo que generará más desempleo y en consecuencia más delincuencia: robos y asaltos para subsistir.
Sí, pero, en fin, la llamada Ley Anti chatarra es una postura netamente política del Gobierno Federal, impulsada por el partido MORENA, según para mitigar los malos hábitos alimenticios en los menores de edad, pero al mismo tiempo es un procedimiento distractor a la sociedad, en este caso, a la oaxaqueña, para bajar la tensión, la angustia y el rechazo en contra del gobierno, ante los efectos devastadores del COVID -19, que por políticas fallidas en materia de salud se está propagando, no solo a nivel estatal, sino nacional.
Así es, que, el Gobierno Estatal aceptó dicha medida del Gobierno Federal para evitar discrepancias con la política oficial, aunque ha sido un aliado de la 4T, tomando en cuenta que la referida Ley Anti Chatarra es una consigna propalada por el mismo Sub Secretario de Promoción y Prevención de la Salud, Hugo López Gatell, quien es el promotor de dicha iniciativa para quitarse de encima la carga que ya no aguanta, en relación con el control, prevención y curación de la pandemia, que por supuesto se le ha salido de control- y trata de mitigar los ánimos exaltados de la gente y de los opositores de la política oficial.
En fin, no hay nada que reconocer a los diputados de MORENA de la LXIV Legislatura del Estado, ni siquiera de la diputada Magaly López Domínguez, quien se anuncia como promotora de dicha ley, si en realidad no salió de los legisladores locales, morenistas, que solo fueron marionetas de la política nacional de la 4T.
¿Y saben, quien está promoviendo dicha ley, nada menos, que el senador, oaxaqueño, de MORENA, por supuesto, Salomón Jara Cruz, en su afán desmedido de hacer proselitismo político para llegar a la gubernatura de Oaxaca, aprovechando las circunstancias de la pandemia. Es el que les dio cuerda a los diputados locales de MORENA, porque, ni los del PRI, PRD y PAN, apoyaron la Ley Anti chatarra, por eso, sus votos fueron en contra, así, que no hay nada que festejar.
Además, se trata de una ley que no resuelve el problema de la mala alimentación de los menores de edad, ni de los jóvenes, ni de los adultos. Este es un asunto de buenos hábitos, disciplina familiar, educación, cultura y sobre todo de recursos económicos para alimentarse bien y a su hora, pero sí, la gente no tiene trabajo, como salir adelante.
Además, la prohibición de los alimentos chatarra es únicamente para los menores de edad- y a los demás, que, ¿acaso no importan los adultos mayores, a los padres de familia? ¿estos, si pueden y deben comer chatarra? ¿a estos, que se los lleve el tren? ¿Qué ignominia de los políticos de MORENA?
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