Durante la temporada de calor, lo recomendable es beber de seis a ocho vasos de agua al día, ya que posibilita el transporte de nutrientes a las células, ayuda a la digestión a diluir los nutrientes de los alimentos, contribuye a regular la temperatura corporal, mediante la evaporación por la piel, además de permitir que el intestino absorba parte de estos líquidos, gracias a los cuales es posible eliminar todo lo que el cuerpo no necesita.
De acuerdo con la doctora Perla Vázquez Altamirano, Coordinadora de Prevención y Atención a la Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), informó que un descenso de tan solo el dos por ciento de agua en el cuerpo, puede causar pérdida momentánea de memoria, dificultad para realizar operaciones matemáticas básicas, problemas al enfocar la vista, fatiga, así como causar sueño.
Lo ideal, dijo, es beber de seis a ocho vasos de agua al día, antes, durante y después de realizar alguna actividad física, incorporarla en las comidas, contar los vasos que se toman al día, procurar llevar siempre una botella de agua, así como beber la cantidad adecuada durante el día aunque no se tenga sed.
Vázquez Altamirano, recomienda evitar las bebidas gasificadas, pues no contienen ningún valor nutricional, más bien aportan calorías vacías que reemplazan a las de los alimentos más nutritivos. Además de contener grandes cantidades de azúcar que únicamente acrecientan nuestra sed.
Cabe destacar que en temporadas de calor los padecimientos ocasionados por deshidratación aumentan considerablemente, siendo el más común el agotamiento o colapso por calor, el cual se produce a consecuencia de la pérdida excesiva de líquidos o sodio.